Robles de la Valcueva
La historia de Robles de la Valcueva tiene su inicio hace miles de años, dejando sus primeros legados los celtas, a los que debemos los castros presentesen sus proximidades: Orugo, Gominas y Valdesalinas.
Robles es un pueblo ubicado en un valle, morfológicamente similar al de Fenar, con abundante anchura y con un arroyo que lo atraviesa hasta desembocar en la margen izquierda del río Torio, aproximadamente a 1 km del núcleo actual.
Este se asienta ligeramente dentro del valle, a una altitud de 1000m sobre el nivel del mar.
La edificación de la zona se adapta al clima y a su entorno. Abundan construcciones que emplean la piedra caliza, usando morteros bastardos de cal para su traba y para los revocos.
De esta presencia de la cal y de su empleo dan cuenta las ruinas de antiguos caleros presentes en el mismo cruce de las carreteras y otro en la ladera del monte que da abrigo a la localidad.
Debe destacarse el alto grado de conservación de la estructura morfológica de la casa tradicional en alguna edificación.
Fuera del pueblo, aproximadamente a 1 km de distancia y situado sobre el margen izquierdo del río Torío, encontramos la ermita de Santa María de Boinas.
Se deduce por la documentación existente, que "Godinas", "Buyerinas", o actualmente Boinas, existía ya en la época Medieval como pueblo y que anteriormente a la Edad Antigua fue un poblado o asentamiento castreño.
El Catastro del Marqués de la Ensenada fechado en 1752 describe la ermita, por lo que deducimos que a finales del siglo XVI ya existía dicho santuario.
En la ermita se celebran dos fiestas, la Flor, el lunes siguiente a la Pascua de Resurrección y Nuestra Señora de Boinas, fiesta principal que se celebra el 15 de agosto.